La pasada semana hacíamos nuestro habitual análisis de cómo se ha desarrollado el nacional de asfalto hasta el momento. Vimos como los Porsche han mejorado notablemente en el que hasta ahora había sido su talón de Aquiles, las pruebas en las que la lluvia hacía acto de presencia. Pero ahora vamos a sacar nuestra bola de cristal, y vamos a ver que es lo que queda por delante, como pueden cambiar las cosas con las nuevas incorporaciones que habrá en el campeonato, y los cambios que se están produciendo en algunos equipos. No sabemos quien será el campeón, pero vamos a rellenar nuestra particular quiniela.

Como cada año, el parón estival del nacional de asfalto coincide con el ecuador de la temporada, y llega el momento de hacer un pequeño análisis de lo que ha pasado en las primeras cuatro pruebas de la temporada. Canarias, Cantabria, Rías Baixas, y Orense han sido los cuatro escenarios visitados por el campeonato estos meses. La clasificación del campeonato aparece encabezada por Miguel Fuster, que con dos victorias, es el único piloto del certamen que ha conseguido visitar lo más alto del podio en más de una ocasión. Pero el principal cambio que se avecina para la segunda parte de la temporada es la posible desaparición de uno de los animadores del inicio de la temporada, Luís Monzón.

Marco Lorenzo y Roberto Ballesteros dejan la Challenge Twingo R2 por motivos bien distintos. En el caso de Lorenzo, el abandono es completamente voluntario debido a las nulas opciones de lograr el campeonato tras sus dos abandonos por salida de pista en Canarias y Orense. El caso de Ballesteros es bien distinto, puesto que el piloto madrileño ha sido excluido de la copa tras su penalización en el Rallye de Cantabria por haber realizado entrenamientos ilegales. Así pues, tan solo cuatro equipos continuarán en la Challenge Twingo R2, el del líder, Marcos Diego, Luís Aragones, Alberto Monarri, y Mario Zullo.

Jonathan Pérez se embarcaba a comienzos de 2010 en una nueva aventura, al adquirir un Peugeot 207 S2000 para luchar por el nacional de asfalto. El piloto de Colunga lograba entonces el regional asturiano, y el que hasta ahora es su mejor resultado en el Campeonato de España, el segundo puesto que lograba en el Rallye Sierra Morena. En 2011 repetiría en el segundo puesto en el Rallye de Ferrol, y gracias a sus buenos resultados en el resto de pruebas de la temporada, lograba ser subcampeón absoluto por detrás de Miguel Fuster. Ya esta temporada, de nuevo ha sido segundo en el Rallye de Cantabria, pero sus abandonos en el Rías Baixas y Ourense, junto con la falta de presupuesto, le han llevado a apostar por un cambio.

Por mucho que lo intentemos en nuestros previos, saber lo que va a ocurrir en un rallye es muy complicado. El Rallye de Ourense marcaba el final de la primera mitad de la temporada, y todo indicaba que la lluvia evitaría el dominio que los GT mantuvieron el año pasado. La lluvia llegó, pero lo hizo de tal forma que los neumáticos de seco rayados que montan los GT, frente a los que utilizan los 4x4 se volvían más efectivos, y lograban ser al menos tan rápidos como estos. Además, la lucha en todo lo alto que mantenían Fuster y Vallejo les iba a tener pilotando al límite durante la primera mitad de la prueba.

El nacional de asfalto llega a la última prueba antes de la parada estival, que tradicionalmente marcaba el ecuador del campeonato. Muchos comienzan ya a echar cuentas de resultados a descontar, aunque para esta temporada tan solo se descontará un resultado, por lo que nos parece poco practico estar ahora mismo restando puntos a los rivales, ya que podrían no acudir a la última cita del campeonato en Madrid, y mantendrían sus puntos. En cualquier caso, Joan Vinyes llega a Orense como líder del campeonato, y la armada Porsche, con Fuster, Vallejo y el recién llegado Monzón, aprietan al andorrano que con un tercero como mejor resultado, saldrá con el número 1 en sus puertas.

El ACSM Rallye Team así lo anunciaba durante la celebración del pasado Rallye Rías Baixas. Pons correrá encuadrado dentro del equipo gallego el resto de la temporada, aunque parece que aún no están cerrados todos los detalles. Según el comunicado del equipo, Pons correrá a los mandos de un coche de la categoría Proto, aunque en un primer momento se dejaba abierta la posibilidad de utilizar un GT, o un S2000. Todo concuerda con las conversaciones que mantuvimos con Pons durante la Baja Almanzora, donde el propio piloto nos comentaba sus intenciones de participar a los mandos de un Prototipo con motor Mitsubishi.

Un año más, el Rías marca la llegada del campeonato a Galicia, y le ha dado la bienvenida con una prueba complicada por las condiciones climatológicas, y con mucha igualdad en los puestos de cabeza. La pelea duró hasta la última especial, donde las espadas estuvieron en todo lo alto. Hacía tiempo que no veíamos un rallye tan igualado, pero si analizamos fríamente la situación, lo cierto es que las penalizaciones y los pinchazos ayudaron sobremanera a que quienes en teoría debían sacar ventaja no lo hiciesen, algo que, desde luego, se agradeció al final del rallye.

Cuando acabamos de digerir lo que vimos en el pasado Rallye de Cantabria, tenemos que poner ya el rumbo hacia Galicia, donde el Rallye Rías Baixas significará el comienzo de la minitemporada gallega. Tres pruebas en la comunidad norteña muy díficiles, y que significarán el final de la primera mitad de la temporada. Quien más y quien menos, ya tiene algún resultado para descontar, algo preocupante, puesto que esta temporada tan solo se puede descontar un resultado, y haber gastado ya ese cartucho con tan solo 3 pruebas disputadas significa un extra de presión en cada rallye que queda por delante.

Si tenemos que definir en una sola palabra el estado de Luís Monzón al finalizar de forma precipitada el Rallye de Cantabria, esa palabra sería desencantado. Desencantado con el servicio que le había prestado Delta Rally en las dos pruebas en las que ha contado con el Peugeot 207 S2000, y con el no poder luchar por una victoria que podría haber sido suya si no hubiese tenido la avería, y conseguía mantener los envites de un Alberto Hevia que iba a salir a por todas en las dos últimas especiales del rallye. Tanto es así que Luís Monzón no tenía nada claro que hacer tras finalizar el Rallye de Cantabria.