Rallye de Ourense
El calor, y el gran número de abandonos, 28 en total, han sido las principales claves de la 41ª edición del Rallye de Ourense. Temperaturas que superaron los 30 grados centígrados en las horas centrales del día, hacían que los equipos tuviesen muchos problemas para conservar sus neumáticos, sobretodo en los largos tramos de la tarde, ambos de más de 20 kilómetros. Tal y como decíamos en nuestro previo, en estas condiciones, los Súper 2000 no tenían rival, aunque tampoco estaban exentos de más de un fallo mecánico. En cualquier caso, Ojeda no iba a repetir, y al final de rallye íbamos a tener un nuevo piloto que se apuntaba a la lista de vencedores de una prueba en esta temporada del nacional de asfalto.
El rallye comenzaba ya con sobresaltos para Sergio Pérez, puesto que el piloto cantabro, que llegaba a Orense con una lesión de espalda, no podía tomar la salida a bordo de su Fiat Grande Punto S2000 debido a problemas con el embrague. El equipo del piloto cantabro lograba reparar el coche, y tenerlo a punto para comenzar la prueba el sábado, por lo que, en principio, todo quedaba en un simple susto. Peor le iban las cosas a su paisano, Enrique García Ojeda. El piloto oficial de Peugeot, que venía de ganar en Cantabria, y en el Rías Baixas, salía a por todas desde la primera especial, pero tras 11 kilómetros, el motor de su Peugeot 207 Súper 2000 decía basta, y se paraba por completo, siendo el primer piloto en abandonar la prueba.
Quien si que terminaba la primera especial, y las dos restantes para terminar el primer bucle era Luís Monzón. El piloto canario comenzaba el día de forma inmejorable, marcando los tres primeros scratch del día. Por detrás, Sergio Vallejo parecía estar igual de guerrero que en la anterior prueba, pero ya en la segunda especial se comenzaba a notar que su Porsche no se adaptaba bien a los tramos, y se veía superado por Miguel Fuster. Tanto Fuster como Vallejo solo podían ver como Monzón se marchaba, dejándoles solo tras tres especiales a más de medio minuto. Por detrás era donde comenzaba la batalla. Armide Martín comenzaba colocando su Ferrari en cuarta posición, pero tanto Sergio Pérez como Alberto Meira le seguían muy de cerca. En la tercera especial saltaba la sorpresa, puesto que Manuel Redondo, con su Fiat Grande Punto S2000 atacaba, lograba el tercer mejor tiempo en el largo tramo de Avión, y se situaba cuarto en la general, abriendo incluso un pequeño hueco respecto a Martín.
Dentro del Producción Rallye Racing, Jordi Martí se hacía con el primer scratch en el tramo de Melón, mientras que Álvaro Muñiz, que era el único capaz de seguirle, le arrebataba el mejor crono en la segunda especial, la de Avión. En Beariz, el tramo más largo de la mañana, Martí atacaba, y se distanciaba en la general, logrando algo más de 15 segundos de ventaja sobre Muñiz, que si bien no eran para nada definitivos, si que le daban una cierta tranquilidad. Por detrás, Diego Cabanela y Carlos Márquez mantenían una cerrada lucha por la tercera plaza, siendo finalmente Cabanela quien lograba terminar en tercera posición el bucle, aunque con Márquez a solo 4 segundos. Juan Carlos Aguado, por su parte, se situaba quinto, y parecía tomarse el rallye con algo más de calma, aunque aún no se había descolgado del todo de la lucha por la tercera plaza que mantenían Cabanela y Márquez.
Entre los Suzuki Swift, Esteban Nuñez realizaba una autentica exhibición en este primer bucle, marcando los tres primeros scratch de la jornada. Aitor Fernández era el único capaz de seguirle en la primera especial, pero ahí se quedaba todo, puesto que al terminar el bucle, Nuñez ya contaba con más de medio minuto de ventaja sobre Fernández, que era segundo, lidiando con Aquilino Sánchez, Gorka Antxustegui, Marc Jiménez, y Benito Avella, todos ellos en menos de 15 segundos, metidos en la lucha por esa segunda plaza.
La historia se repetía en el segundo bucle. Luís Monzón era el más rápido de nuevo en las tres especiales, sumando así un total de seis scratch de seis posibles. Miguel Fuster solo era capaz de plantarle cara ligeramente en el primer tramo, el de Melón, donde se quedaba a dos segundos del piloto canario, pero al final del bucle, el piloto oficial de Fiat había cedido casi un minuto. Sergio Vallejo, entre tanto se acomodaba en la tercera plaza. El piloto gallego aseguraba antes de comenzar el rallye que firmaba cualquier posición en el podio, y tras el abandono de Ojeda, ahora tenía una cierta ventaja sobre Armide Martín que se situaba cuarto, mientras que alcanzar el ritmo de Fuster parecía imposible. Una lastima el abandono de Manuel Redondo en la segunda pasada por el tramo de Melón. Redondo estaba haciendo un rallye impecable, y era cuarto de la general, pero en ese cuarto tramo de la jornada se salía de la pista, y debía abandonar. Esto perjudicaba también a algunos pilotos, entre los que se encontraba, por ejemplo Alberto Meira, a quien los comisarios deportivos adjudicaban un tiempo estándar, puesto que el tramo no llegaba a ser neutralizado por completo, aunque si parado entre los coches con los dorsales entre el 15 y el 23.
Si en el anterior bucle Álvaro Muñiz lograba robarle un scratch a Jordi Martí, en esta segunda pasada por los tramos Martí se mostraba intratable, y abría un hueco ya importante al frente de la general. Muñiz, por su parte, hacía todo lo posible por seguirle, pero el ritmo del piloto catalán era muy fuerte, y debía conformarse por aguantar en segunda posición, eso si, sin ningún tipo de presión por detrás. Allí, luchando por la tercera posición, se encontraban Diego Cabanela y Carlos Márquez. Márquez era tercero en todos los tramos, pero Cabanela no cedía a la presión, y el tramo en el que más tiempo cedía era en el de Beariz, donde tan solo se dejaba dos segundos, que le permitían mantenerse de momento en el podio, aunque por un segundo y medio escaso. La quinta plaza era para un Juan Carlos Aguado que no alcanzaba el ritmo de sus rivales, y continuaba cediendo segundos en cada tramo.
Algo parecido ocurría también el la copa Suzuki Swift. Esteban Nuñez continuaba con su paseo triunfal, ganando los tres tramos del bucle de nuevo. En la segunda plaza si que había algunas novedades. Aitor Fernández llegaba como segundo clasificado tras el bucle anterior, y en la primera especial lograba repetir en esa plaza, pero pronto Aquilino Sánchez no solo le superaba, si no que además lograba abrir un pequeño hueco de algo más de diez segundos. Gorka Antxustegui no dejaba pasar la ocasión, y se acercaba cada vez más a Fernández, quedándose a tan solo un segundo. Por detrás, Benito Avella comenzaba a descolgarse poco a poco, mientras mantenía una bonita lucha por la quinta plaza con Marc Jiménez.
Así se llegaba a los míticos tramos de la tarde. Cañón do Sil con 22 kilómetros y medio, y San Pedro de Rocas con 28 kilómetros y medio iban a ser los jueces de este rallye. Dos pasadas a unos tramos que estaban que ardían casi literalmente, puesto que la temperatura era muy alta, y hacía que el conservar tanto los neumáticos como la mecánica fuese un factor determinante. Pero también era determinante el hecho de que estas dos especiales eran las menos perjudiciales para los GT, y así se empeñaba en demostrarlo Sergio Vallejo, que comenzaba la tarde marcando dos scratch, y bajando la diferencia que le separaba de Miguel Fuster en la general de 25 a solo 11 segundos en la primera pasada por estos largos tramos. Luís Monzón, por su parte, se dedicaba a calcar los tiempos de Fuster, con quien solo cedía un total de 4 décimas, lo que le dejaba como líder con cerca de un minuto de ventaja. Eso si, no todo era tan bonito como parecía, ya que Monzón veía como el testigo de la temperatura del agua se encendía en San Pedro de Rocas. La cuarta plaza parecía ya adjudicada a Armide Martín, que estaba cuajando su mejor rallye de toda la temporada, mientras que Pedro Burgo lograba superar a Alberto Meira, merced a un pinchazo del piloto vigués, que se veía superado también por Alberto Hevia.
Donde había algunos cambios también era en el Producción Rallye Racing. Álvaro Muñiz marcaba el scratch en Cañón do Sil, mientras que en San Pedro de Rocas, Jordi Martí era el más rápido, aunque, eso si, por tan solo una décima de segundo, tiempo más que suficiente para Martí. Por detrás era donde llegaban las verdaderas novedades, puesto de Diego Cabanela sufría un vuelco en Cañón do Sil, que le hacía perder cerca de 6 minutos. Esto dejaba a Carlos Márquez con una cómoda tercera plaza, y permitía a Juan Carlos Aguado subir a una inesperada cuarta posición, mientras que Cabanela se quedaba quinto.
Esteban Nuñez remataba su recital dentro de la copa Suzuki Swift, marcando dos tiempos estratosféricos, que le dejaban líder con casi dos minutos de ventaja. Gorka Antxustegui veía como Aquilino Sánchez le arrebataba un segundo más en el Cañón do Sil, lo que le espoleaba para marcar un genial crono en San Pedro de Rocas, lejos eso si de Nuñez, que le permitía auparse a la segunda plaza de la general, aunque con solo un segundo de ventaja sobre Sánchez. Marc Jiménez era quien se ponía las pilas también en estos dos tramos, subiendo desde la sexta a la cuarta plaza de la general, siendo aún más rápido que Antxustegui, y entrando de este modo en la lucha por la segunda plaza
Muchas cosas quedaban aún por decidir en las dos últimas especiales, que sumaban 50 kilómetros cronometrados. Tras recortar en la anterior pasada un total de 14 segundos, Sergio Vallejo aún tenía alguna esperanza de subir un escalón en el podio, pero Miguel Fuster no estaba por la labor de perder esta oportunidad, y marcaba el mejor tiempo en la segunda pasada por el decisivo Cañón do Sil. San Pedro de Rocas volvía a ser coto privado de Vallejo, que si bien lograba mejorar su propio tiempo en 6 segundos, no recortaba la suficiente ventaja respecto a Fuster, debiendo de conformarse con la tercera posición. Armide Martín continuaba abonado al cuarto puesto, mientras que Pedro Burgo finalizaba quinto, seguido de Alberto Hevia. Tras ellos se encontraba al inicio del bucle un Alberto Meira dispuesto a todo para remontar tras su pinchazo en la pasada anterior, pero esta vez era el cambio quien le dejaba sin opciones, y, tras quedarse sin primera ni segunda velocidad ya desde la salida de Cañón do Sil, el de Vigo debía ver resignado como Joan Vinyes le superaba, siendo séptimo, y debiendo conformarse Meira con la octava posición final.
Menos emoción había ya en el Producción Rallye Racing, que, si bien está siendo una de las copas más emocionantes de la temporada, en Orense parecía tomarse un respiro. Estas dos últimas especiales parecían un desfile, con todos los pilotos marcando los cronos en el mismo orden en el que se encontraban en la general. Así Jordi Martí lograba una merecida victoria, seguido de Álvaro Muñiz, que había sido el único capaz de arrebatar algún scratch al piloto catalán. Carlos Márquez era tercero, seguido de Juan Carlos Aguado, y de un Diego Cabanela que, tras su accidente en el bucle anterior, se conformaba con llegar a la meta.
Entre los Swift, Esteban Nuñez se permitía el lujo de marcar un nuevo scratch en Cañón do Sil, dejando tan solo escapar el de la última pasada por San Pedro de Rocas, que era para Marc Jiménez. El piloto del RACC era también protagonista por que si bien Aquilino Sánchez lograba arrebatarle la segunda plaza a Gorka Antxustegui en la primera de las dos especiales, siendo Antxustegui de nuevo el más rápido en la última, Jiménez sorprendía a ambos en esa segunda pasada por San Pedro de Rocas, subiendo de golpe al segundo escalón del podio, dejando el tercero para Antxustegui, y a Sánchez fuera de la terna. Aitor Fernández era quinto, mientras que Benito Avella finalizaba en sexta posición.
También estuvieron presentes en este rallye los Nissan 350 Z de la Challenge Nissan, donde Sergio López Fombona conseguía una cómoda victoria a pesar de sufrir constantes problemas, que provocaban que su motor se parase inexplicablemente mientras aceleraba en cuarta velocidad. A pesar de esto, y de algunos problemas con los frenos, el asturiano lograba casi 13 minutos de ventaja sobre Vicente Cabanes, mientras que el tercero en discordia era Rubén Gracia, que perdía cerca de una hora al sufrir problemas en el primer tramo, y, a pesar de que los comisarios deportivos le dejaban continuar, era finalmente excluido por el retraso acumulado.
Tras esta dura prueba, el Campeonato, y sobretodo los equipos, se toman un merecido descanso hasta el próximo 8 de agosto, cuando de nuevo visitaremos Galicia para la disputa del Rallye de El Ferrol, sexta prueba puntuable de Campeonato de España de Rallies de Asfalto, que cerrará la ruta de este certamen por Galicia.
Firma: Asfaltoytierra
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