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¿Habrá nacional de tierra en 2013?


Es una pregunta que lleva flotando en el aire desde antes de que finalizase la temporada pasada. Hemos vivido un campeonato en el que la lista de inscritos más poblada fue la de la prueba inaugural, con un total de 20 coches, aunque no todos participaron en las dos pruebas. Pero si miramos a la última prueba, con tan solo 9 inscritos, y solo 6 coches en la salida, queda claro que el panorama ha sido desolador. Pero ¿realmente el problema es el número de inscritos? Desde luego que no. Estamos convencidos de que hay otros problemas, que han llevado a que la inscripción sea tan sumamente baja, y no podemos escudarnos solo en la crisis económica para justificarlo.

Quizás sea el momento de echar la vista atrás, y recordar como han sido las pruebas que han compuesto el campeonato para darnos cuenta de los motivos que han llevado a muchos equipos a dar la espalda al campeonato, en ocasiones nos consta que muy a su pesar, puesto que nos decían frases como “no puedo enseñar esto a un patrocinador, porque deja de patrocinarme”, refiriéndose a un parque de asistencia. Y es que ni siquiera en una oportunidad tan clara como es la Baja España-Aragón, una prueba del Campeonato del Mundo de Raids, la organización ha aprovechado para mezclar a los 17 coches inscritos en una zona de la asistencia donde se les diese cierta visibilidad.

A esto hay que sumar el hecho de que para los aficionados de las zonas en las que se han disputado las pruebas, el hecho de seguirlas era poco menos que una casualidad. No hablamos de hacer publicidad del campeonato, ni de publicitar la prueba por la zona. Eso ya se hace inundando los pueblos y localidades con carteles del rallye (muy buena iniciativa, por cierto). Hablamos de los dípticos en los que encontramos los mapas de los tramos. Son rallies secretos, por lo que, en teoría, los tramos no se conocen hasta el día antes de la prueba. Pero si el mapa ni tan siquiera menciona donde son los tramos del nacional de tierra, o los tramos están equivocados, las horas cambiadas, o simplemente los dípticos llegan tarde, poco se puede hacer para que el aficionado, ya sea ocasional o habitual siga una prueba. Por cierto, todas estas cosas que nombramos, han ocurrido a lo largo del campeonato, no son invenciones ni exageraciones. Y todo esto por no hablar de que los planos, rara vez mostraban accesos a los tramos para los turismos. Pero si al menos tuviésemos la certeza de que los tramos están bien ubicados, al menos el aficionado podría buscarse la vida como se ha hecho durante mucho tiempo.

También nos encontramos con el caso puntual de la Baja Tierras del Cid, donde la organización publicó un plano intachable, al igual que en la Baja España-Aragón, las dos únicas pruebas donde los planos eran correctos, pero tal y como acostumbraban a hacer en el caso de la prueba de Todo Terreno, publicaron el plano una semana antes de la prueba, echando a perder el espíritu de los tramos secretos del nacional de tierra. Es un tema con el que podremos estar conformes o no. No vamos a entrar ahora en ese debate, pero como decimos siempre, si la normativa es esa, al menos la propia organización de una prueba, debería cumplirla.

Pero hay un tema que nos preocupa especialmente. Lo comentado hasta ahora son meras anécdotas, que si bien dificultan el seguimiento de un campeonato que además anda de capa caída, no impiden el normal desarrollo de una prueba para los participantes. Lo preocupante es el apartado de seguridad. No creemos que sea necesario invertir mucho en este tema. Obviamente, hay cosas en las que trabajar, y habría que hablar de algunos problemas que ya han saltado a la vista como la tardanza de los bomberos en acudir al incendio del coche de Ramón Ferreyros en la Baja España-Aragón. Son cosas que hay que mejorar, y eso si que cuesta dinero. Pero nosotros hablamos de otros temas algo más mundanos, y que se solucionarían de una forma mucho más sencilla.

Salvo honrosas excepciones, y volvemos a subrayar la Baja España-Aragón, para los comisarios encargados de encintar los tramos, y controlar los accesos, el nacional de tierra es un absoluto desconocido. No es necesario que conozcan a los pilotos, copilotos, equipos, sus coches, etc. Pero si es necesario que al menos conozcan el recorrido, y tengan clara su función, y los horarios. Durante esta temporada hemos oído horrorizados frases como “Ah, pero ¿ahora tienen que pasar más coches? Pues yo ya me iba” tras el paso de los TT, o –“¿La cinta va para este camino, o para el otro?”, a lo que otro comisario contestó –“no se, tu ponla para allá, y a ver por donde vienen”. Y eso por no hablar de la guinda del pastel, que en este caso fue en Burgos, donde el coche cero nos preguntó a un grupo de fotógrafos si eramos nosotros los comisarios que cortaban la carretera que debía cruzar el tramo. Eso si, cabe decir, que en aquel caso la pregunta llego con cierta desesperación, puesto que estábamos a mitad de tramo, y el cero no había encontrado a un solo comisario en su puesto. El resultado fue más de media hora de retraso en la prueba, ya que el cero actuó con mucha responsabilidad, y decidió que el tramo no arrancase hasta que no hubiese comisarios.

Todos estos puntos que acabamos de comentar, no solo afean un campeonato que está de capa caída, como ya hemos dicho, y que esta temporada además se ha visto perjudicado por una confusión que hubo en la primera prueba de la temporada (que además era doble), con los coches que puntuaban para el Grupo N, y que provocó el abandono por parte de algunos participantes del certamen. Si a esto le sumamos la mezcla con el nacional de TT, algo que no ha gustado ni a los unos ni a los otros, puesto que al fin y al cabo son dos campeonatos con filosofías muy distintas, y que según los propios organizadores, no consigue el ahorro económico que se buscaba, tenemos un cocktail muy peligroso.

Con todos estos ingredientes puestos sobre la mesa, volvemos a nuestra pregunta original. ¿Habrá nacional de tierra en 2013? Sinceramente, no lo sabemos. La RFEdA asegura haber mantenido ya reuniones para “seguir trabajando en los aspectos deportivos y organizativos de esta especialidad para la próxima temporada”, pero creemos que estos temas que aquí presentamos, así como otros algo más mundanos, como la cobertura en la propia web del campeonato, o las pésimas condiciones de las salas de prensa de casi todo el certamen, habría que solucionarlos.

Varios equipos nos comentaron ya en las últimas pruebas de la pasada temporada su preocupación acerca de si habría campeonato o no. Nadie tenía una respuesta, pero todos tenían claro que, fuera como fuese, sería muy complicado encontrar presupuesto para sacar adelante la temporada. Es por eso que creemos que cuanto antes, la organización debería pronunciarse en uno u otro sentido, sin olvidar que hay mucha gente interesada, y que con algunos cambios, y un esfuerzo organizativo (que no económico), se podrían mejorar algunos aspectos muy importantes, y que darían una mejor imagen del campeonato de cara al exterior. Nosotros esperamos que finalmente haya campeonato, pero también esperamos que se solucionen algunos de los problemas que hemos mencionado, y que podrían haber causado más de un disgusto en una temporada que ya ha sido suficientemente negra.

Firma: Asfaltoytierra


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