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47 Rallye Príncipe de Asturias


Las nubes que preveíamos no llegaron, y el calor, sin ser sofocante, ha sido uno de los protagonistas de una prueba que quedó prácticamente decidida en el primer bucle. De todos modos, como ya nos tiene acostumbrados este nacional, nos ha guardado sorpresas hasta el final, incluso tras finalizar el último tramo, puesto que Pedro Burgo se iba a quedar tirado al llegar a  la última asistencia del rallye, con problemas de motor, cuando ya solo tenía que volver hasta Oviedo para celebrar su tercer puesto. En cualquier caso, no vamos a adelantar acontecimientos, y os dejamos ya con nuestra crónica del Rallye Príncipe de Asturias.

Las sorpresas de esta prueba comenzaban ya en Shakedown, donde veíamos como Víctor Senra se adaptaba increíblemente rápido al Ford Fiesta S2000 de Nupel, marcando el mejor crono, por delante de todos los pilotos del europeo, y de Alberto Hevia, que estaba especialmente motivado para esta edición, en la que quería lograr la victoria que el año pasado lee arrebataba aquel inoportuno pinchazo. Muy motivado también estaba otro asturiano, José Antonio Suárez, a quien ya le veíamos algo pasado de vueltas durante el tramo de pruebas, y con el punto de mira puesto en su único rival por la Clio R3 Challenge, Miguel Arias, que prefería no participar en el Shakedown.

Pero lo serio llegaba ya el viernes, y allí Corrado Fontana marcaba el primer scratch de la prueba, con un segundo de ventaja sobre Hevia, aunque en el segundo tramo del día, en una curva lenta, se salía, y se veía obligado a abandonar. Alberto Hevia tomaba entonces el mando del rallye, haciéndolo además con mucha autoridad, puesto que le metía casi medio minuto a su más directo rival, que era Víctor Senra. Miguel Fuster, por su parte, comenzaba la jornada marcando un buen crono, pero en el segundo tramo, un problema con la dirección de su Fabia le hacía perder más de 4 minutos, y con ellos toda opción de luchar por la victoria. Además, el piloto alicantino provocaba un fuerte enfado en Joan Vinyes, que aseguraba que había empujado en numerosas ocasiones al coche del piloto alicantino, y este no se apartaba en ningún momento. Hevia repetía golpe de autoridad en el tercer u último tramo del bucle, donde Fran Cima lograba ser el segundo más rápido, pero a casi 20 segundos del poleso. En todo caso, Cima se situaba tercero, tras superar a Pedro Burgo, aunque no llegaba a inquietar, ni mucho menos, a Senra, que seguía como segundo clasificado en la general.

La segunda sección, algo más corta, veía dos nuevos scratch de Alberto Hevia, aunque el piloto asturiano bajaba algo el ritmo, con tan solo un segundo de ventaja sobre Víctor Senra, segundo en el cuarto tramo, y poco más de 6 sobre Miguel Fuster, que tras resolver sus problemas con la dirección, volvía a la carga, aunque ya sin posibilidades de luchar por la victoria. Pedro Burgo recuperaba la tercera posición de la general gracias a unos problemas que iban a traer de cabeza a Fran Cima desde este momento hasta el final del rallye. El coche de Cima se quedaba en tres cilindros, pero no se trataba de un fallo de motor, si no de problemas electrónicos, que el equipo RMC no era capaz de resolver, a pesar de cambiar todo lo necesario en este sentido. Cima cedía un minuto y medio, y bajaba a la séptima plaza, siendo superado, como decíamos, por Burgo, Vinyes, que continuaba cuarto, tras ser superado también por el piloto de Cafés Candelas, Sergio López-Fombona, y Miguel Arias.

Nada cambiaba en el tercer y último bucle de la primera jornada. Alberto Hevia marcaba dos nuevos scratch, mientras que de nuevo eran Víctor Senra y Miguel Fuster los que se repartían la segunda plaza de cada una de las especiales. La lucha por el tercer escalón del podio continuaba muy encarnizada, finalizando el día con dos pilotos compartiéndola. Joan Vinyes le recuperaba los 13 segundos que había de diferencia a Pedro Burgo, y ambos finalizaban el día empatados. Fran Cima, a pesar de los problemas mecánicos que comentábamos, y que continuaban afectando a su coche, era el más rápido de los N+ en una de las especiales, y el segundo en la otra, lo que le servía para acercarse mucho al Nissan 350Z de Sergio López-Fombona, y defenderse de los envites de Gorka Antxustegi y su Swift S1600. Miguel Fuster iba recuperando también algo de tiempo sobre ellos, y subía una plaza gracias al abandono de Miguel Arias, que rompía su caja de cambios, y decía así adiós al rallye.

Tras el descanso nocturno, comenzaba la segunda etapa, en la que a pesar de que todo parecía decidido, aún quedaban sorpresas por delante. Eran algo más de 100 kilómetros contra el cronometro, divididos en tres tramos a los que se darían dos pasadas. Alberto Hevia continuaba marcando la pauta, y se hacía con los tres primeros tramos sin ningún problema, y dando la sensación de ir a medio gas. Tras el, Pedro Burgo marcaba el segundo mejor tiempo en los dos primeros tramos, distanciándose de Joan Vinyes, mientras que Xabier Lujúa, que en la primera etapa había tenido un toque, y había perdido mucho terreno, marcaba el segundo mejor tiempo en el tercer tramo de la jornada. Tanto Víctor Senra como Miguel Fuster se dedicaban a conservar, al igual que Sergio López-Fombona, que trataba de llegar a meta conservando ese fantástico quinto puesto de la general, que ocupaba con cierta tranquilidad.

Pero entonces comenzaban las sorpresas. Primero era Joan Vinyes, que veía como la caja de cambios de su Suzuki Swift S1600 decía basta mientras se dirigía por el tramo de enlace al que sería el último reagrupamiento del rallye. Esto dejaba a Fombona en la cuarta plaza, y a Fuster como quinto clasificado al comienzo del último bucle, en el que, por cierto, Hevia marcaba de nuevo los tres scratch, firmando así una victoria muy deseada. Pero el rallye no había acabado para el resto. Fran Cima continuaba con los problemas electrónicos, a pesar de los cuales conseguía marcar tiempos muy destacables. Víctor Senra, por su parte, tenía problemas para arrancar el motor cada vez que se paraban esperando en algún control horario. Sergio López-Fombona, a pesar de asegurarnos en el reagrupamiento que solo iba a asegurar, se encontraba con las dos ruedas del lado derecho de su Nissan 350Z pinchadas en el penúltimo tramo, por lo que se veía obligado a abandonar.

Con Hevia ya como vencedor, Senra lograba alcanzar el parque cerrado final, lo que le daba la segunda plaza. Mientras esperábamos en el parque del Paseo de Bombe a que Pedro Burgo hiciese su aparición, un rumor se extendía como la pólvora, diciendo que el equipo gallego no había salido de la zona de asistencia. Según parece, el EVO X de los Burgo tenía problemas en la caja de cambios que le impedían completar el último enlace, perdiendo así su tercera posición, que iba a parar a manos de un Miguel Fuster que ya daba el podio por perdido, y que ni siquiera estaba en el corralito que la organización había preparado para que la prensa pudiese charlar con los pilotos. Gorka Antxustegi subía así a la cuarta plaza, mientras que Fran Cima era quinto, seguido por Alberto Monarri y un Rubén Gracia que lograba conservar la séptima plaza por menos de un segundo ante los ataques de Xabier Lujúa.

Dos ruedas motrices

Extraño resultado en dos ruedas motrices. Joan Vinyes volvía a demostrar una vez más su dominio en esta categoría, pero el resultado en esta ocasión no acompañaba. El andorrano podía proclamarse campeón en esta prueba, y así lo hizo, pero no gracias a una nueva victoria, si no gracias al abandono de Miguel Arias, que rompía, al igual que el andorrano, la caja de cambios de su coche. A pesar de todo, Vinyes ya es matemáticamente campeón, logrando el objetivo marcado por Suzuki para esta temporada, que aún no ha llegado a su fin. Vinyes ganaba en todos los tramo que disputaba, excepto el último, en el que ya comenzaba a tener problemas. Mientras el piloto andorrano se dirigía hacia el reagrupamiento, su caja de cambios decía basta, dejando parado el Swift S1600.

Quien si llegaba al final del rallye era Gorka Antxustegi, que tomaba el relevo de su compañero de equipo, para lograr una nueva victoria para la marca, y la primera del piloto vasco en esta temporada. Antxustegi veía como en los primeros compases de carrera era superado por Arias, pero los problemas del piloto asturiano permitían al de Suzuki escudar a su compañero hasta que abandonaba, heredando la primera plaza, y logrando un meritorio cuarto puesto de la general. Tras el, Alberto Monarri plantaba cara con su Twingo R2 a los Fiesta de Nupel, siendo segundo, por delante de Adrián Díaz, que debía conformarse con completar el podio de la categoría.

Clio R3 Challenge

Difícil hacer un resumen de lo que ha sido esta copa en un rallye en el que ninguno de sus componentes alcanzaba la meta. Como decíamos en nuestro previo, César Palacio no estaba en la salida tras su accidente en Boal. José Antonio Suárez sufría un aparatoso accidente en el primer tramo del rallye, en el que daban ocho vueltas de campana, dejando el Clio muy maltrecho. Lo importante es que ahora mismo tanto José Antonio como su copiloto, Candido Carrera, se encuentran bien, a pesar de su obligado paso por el hospital, y algunas molestias. Tan solo quedaba entonces Miguel Arias, que tenía la copa en su mano, pero como ya hemos comentado, la caja de cambios le iba a jugar una mala pasada, dejándole aparcado en una cuneta antes de completar la primera jornada, por lo que no había clasificación final para esta prueba.

Copa Suzuki Swift

Dura prueba para los pequeños Suzuki Swift, que sufrían más de lo habitual para llegar a la meta en este rallye. Pablo Pazó era el primer líder sólido del rallye, logrando además cierta ventaja, que perdía cuando sus frenos comenzaban a fallar en el cuarto tramo. En cualquier caso, el rallye de Pazó terminaba poco después cuando se salía de la carretera, dejando muy dañada la parte delantera de su Swift. Ferran Pujol era entonces quien se situaba como nuevo líder, luchando con Surhayen Pernía y Pablo Rey, mientras que Víctor Pérez se situaba cuarto, subiendo a la tercera plaza en la última especial de la jornada cuando la caja de cambios de Rey decía basta.

Ya en la segunda etapa Ferran Pujol pasaba a liderar cómodamente la prueba al abandonar en el primer tramo Pernía con problemas de motor, lo que le daba la segunda plaza a Víctor Pérez, seguido de la lucha que mantenían Aitor Fernández, ahora tercero, y Jonathan Rodríguez, que era cuarto, pero al final del primer bucle de esta segunda jornada, estaba a menos de un segundo del podio. Rodríguez superaba a Fernández en el siguiente tramo, mientras que Víctor Pérez terminaba el rallye en la penúltima especial al salirse de la pista, por lo que Jonathan subía a la segunda plaza, y Diego Pinilla, que daba buena cuenta de Aitor Fernández lograba el tercer escalón de un podio encabezado por Pujol.

Firma: Asfaltoytierra


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