Cosas incomprensibles
Como os comentaba en la entradilla de la crónica sobre el rallye de Ferrol, en esta prueba vi algunas cosas que me resultaron, cuando menos, extrañas. Se que organizar un rallye, no ya del nacional, si no un pequeño rallyesprint de un regional es muy complicado, y requiere mucho esfuerzo, pero precisamente por ser del campeonato de España, requiere tener cierto cuidado al menos con el tema de la seguridad en los tramos. Por suerte o por desgracia, estuve en los dos tramos que se neutralizaron, y pude ver lo que ocurrió en el tramo espectáculo, así que, aunque quizás no sea la persona más entendida del mundo, si que puedo dar una pequeña opinión de lo que vi.
Voy a contar las cosas tal y como las vivi de forma cronológica. Después de recoger acreditaciones, y dar una vuelta por el parque de asistencia, nos dirigimos directos al tramo 1, en concreto al punto de acceso número dos que aparece en la documentación que facilitaba la organización (pdf). Nos colocamos en una zona segura para sacar las fotos, detrás de unos árboles y comienza el tramo con mucha puntualidad. Debíamos estar sobre el kilómetro 6 ó 7 del tramo, y por allí pasó Miguel Arias a las 19:16. El tramo continuaba con normalidad hasta que por la radio comenzábamos a escuchar que había un accidente, y momentos después nos confirmaban que había sido Arias. Tanto Miguel como Roberto estaban bien, pero el coche estaba de nuevo tocado, y atravesado en medio de la carretera. En ese punto comenzaban las dudas. Por la radio comentaban que el tramo se iba a parar, pero por donde estabamos no dejaban de pasar coches, hasta que a las 19:37 pasaba Jesús Ferreiro. 21 minutos tardaron en tomar la decisión de parar la salida de coches. Es algo que no parece muy lógico, la verdad. Alguien puede decir que es que el tramo tiene 21 kilómetros, y no faltará razón, pero es que el peor tiempo que se hizo en ese tramo fue de 15 minutos y medio, por lo que podrían haber salido unos 6 ó 7 coches, y no 20 vehículos, que fue lo que ocurrió. En fin, son cosas que pasan, nos han neutralizado el tramo en el que estamos, pero lo importante es que tanto Miguel como Roberto están bien. Nos vamos tal y como teníamos previsto al tramo espectáculo de Ferrol. El primer fallo que encontramos es que cada comisario decía una cosa distinta acerca de donde se debía poner el público. Uno dejaba que se acercasen un poco más, otro que no, que más lejos, otro que la prensa nos pusiésemos a partir de cierto árbol, y al final a la prensa nos mandan a un recinto donde estaba la parte menos espectacular del tramo, con dos puertas en las que los coches debían pararse prácticamente. Pues vaya. En fin, al menos veremos pasar a los coches por todas las curvas. Todo iba de una forma correcta, salvo por unas fotos bastante sosas, hasta que llegó Mario Ceballos, que en la curva de entrada al parking tocó con el bordillo destrozando su llanta. Algo de confusión, pero parece que no ha ocurrido nada… o eso parecía, puesto que 7 coches más salieron al tramo, pero de pronto, por donde debían aparecer los vehículos de competición, aparecen unas sirenas. Todos pensamos rápidamente en que los pilotos se habrían quejado de que la llanta de Ceballos molestaba, pero la realidad es que poco después aparecía una ambulancia para atender a alguien del público, puesto que algo le había impactado en la cara. Y yo de nuevo me pregunto, ¿cómo es posible que en un tramo que se tarda en hacer un minuto y medio se tarde en reaccionar casi diez minutos? Después de dormir, con el sabor agridulce de lo que habíamos visto, al día siguiente fuimos a ver las dos pasadas por la especial de Monfero – Irixoa. El tramo estaba especialmente sucio, por lo que todo hacía presagiar que lo ibamos a pasar bien, viendo al menos como se movían los coches un poco. En la segunda pasada caminamos a una curva que estaba unos metros más arriba que la de la primera pasada, y nos disponíamos a disfrutar de la lucha por la victoria. Estábamos a tres o cuatro kilómetros de la meta cerca del punto de acceso 7 del mapa de la organización (pdf). De nuevo nos comienzan a llegar noticias por la radio. Primero es Pedro Burgo el que abandona por los problemas con uno de sus rodamientos, pero parece que ha sido con accidente incluido. Poco después oimos que Egoi Elder Valdés tiene otro accidente, pero en este caso, el piloto navarro ya había pasado por donde estábamos nosotros, y por otro punto que veíamos un par de kilómetros más allá, así que debía ser cerca de la meta. La primera sorpresa es cuando vemos aparecer al coche R de la organización por la curva donde estábamos, y poco después una ambulancia. Segundos después, cuando aún veíamos a ambos vehículos, escucho por la radio aliviado que tanto Pedro Burgo, como Marcos Burgo están bien, al igual que Egoi Elder Valdés como Daniel Lucas también. Quizás algo aturdidos los cuatro por sus respectivos accidentes, pero todos bien. De nuevo no me cuadra que hayan pasado diez coches por nuestro sitio antes que el coche R, pero bueno, estamos a final de tramo, y podrían estar ya en pista. Lo raro ocurría después cuando pasaban tres coches más a ritmo de competición. ¿Nadie les ha avisado de que hay una ambulancia y el coche R en el tramo? Como os comentaba antes, veíamos un pequeño resquicio un par de kilómetros después, y por allí ya pasaban estos coches a un ritmo infinitamente más bajo, pero eso si, antes que la ambulancia, a la que parece ser que adelantaron en tramo. Aquí dudo quien tuvo el fallo. Pudo ser la organización por no avisar a esos coches de que el tramo estaba ya neutralizado, y no debían correr, o sus pilotos que a pesar de conocer la situación continuaron al ataque. Si fue cosa de la organización, les sugiero que usen algo como este cartel que pudimos ver el año pasado en Cantabria cuando Oscar Garre tuvo aquel accidente con el Peugeot 207 S2000. A todo esto hay que sumar el pequeño lío que hubo con los tiempos durante la prueba. Habíamos escuchado a algunos copilotos quejarse por alguna penalización que no consideraban del todo justa, y cierto copiloto de contrastada experiencia ha venido a confirmarlo en nuestra página de Facebook cuando hemos lanzado una pregunta sobre la opinión que les había merecido la organización de esta prueba. Son cosas que creemos que deben mejorarse, no solo en el rallye de Ferrol, si no en cualquier rallye, ya que la seguridad debe ser lo primero. Es posible que un simple cartel de “coche R en pista” evite un accidente, o que reaccionar rápido ante un accidente grave evite que tengamos que lamentar alguna desgracia. Nótese que trato de realizar una critica constructiva, y en ningún caso pretendo poner en entredicho la organización de un rallye en el que salvo por estos puntos que he comentado, me ha parecido que mantenía la categoría de las demás pruebas del nacional. Todos tienen puntos que mejorar, pero después de haber leído ciertos artículos que meses atrás ponían en entredicho la seguridad de nuestro deporte, ver este tipo de cosas no me tranquiliza precisamente. Debo añadir que he visto muchos tramos neutralizados, pero nunca había visto pasar 20 coches entre el vehiculo que provoca la neutralización, y la parada del tramo, y es lo que más me llamó la atención de todo este asunto. Comentándolo además con varios compañeros, todos bromeábamos con razones imposibles para tardar tanto en suspender el tramo, eso si, cuando ya sabíamos que todos estaban bien, y que no había pasado nada, pero cuando hablábamos en serio, ninguno entendía el motivo del retraso. Dejamos abierto nuestra página de fan en Facebook para continuar con el debate.
Firma: Asfaltoytierra
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